Tal vez el cielo y el infierno de verdad existen.

Tal vez el cielo y el infierno de verdad existen. Tal vez existen en ese último segundo de existencia, cuando el cuerpo ya deja de doler y tal vez alcanzaste a darte cuenta de que, de verdad, ya todo se acabó.

Y en ese segundo de pavor te das cuenta de que tu vida fue un despedicio de tiempo por juntar cosas y te arrepientes y entristeces. O peor aun, intentas aferrarte a las mismas mentiras y justificaciones por las cosas que le hiciste a otros y a ti mismo, sólo pasa ver finalmente que esas mentiras en realidad nunca existieron, y terminas cayendo al vacío.

O tal vez en ese último aliento de despedida de todo, te das cuanta de cuanto amaste, de que tuviste la suerte de saber lo que era ser feliz y estés agradecido por eso, de que a pesar de todo haya valido la pena. Y lo último que te inunda es la esperanza de que los tuyos, y el mundo entero, vayan a estar mejor.

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